lunes, 28 de enero de 2013

tenebrae


Cuando anunció su embarazo no se lo quiso creer nadie. Demasiados chistes sobre Herodes y sobre parásitos del espacio exterior. Además, que a nadie se le hubiera ocurrido jamás decir de Lupita que era... eso, maternal. 



Por fin, y para pasmo de todos, dio a luz a una niña de piel blanca como la nieve y de pelito, en fin, negro como la noche. Alguien le preguntó: ¿y ahora qué? Y ella contestó: ¿a tí que te parece?, la vestiré de negro y la llamaré Miércoles.

Del padre, si lo hubo, nadie preguntó, ni Lupita dijo nunca nada. Aunque, bueno, cuando los teléfonos empezaron a sangrar y las tormentas fueron de azufre, a alguien se le ocurrió que quizá... pero era ya un poco tarde. Para todo.

2 comentarios:

  1. Ciertamente NUNCA hubiese pensado en que pudiese ser maternal. He de admitir que no se si estoy decepcionada o simplemente asombrada... de cualquier forma una curiosa vuelta de tuerca.

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  2. si a estas alturas Lupita está en forma todavía para provocar asombro... es que vamos bien... :-)

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