Estas últimas semanas he soñado cada noche con Lupita, y me he despertado cada mañana con los pies fríos y las manos dormidas... La he buscado después por toda la casa, callado como un fantasma, hasta que me he dado cuenta de que no, de que ya no.
Tengo que cortarme el pelo.
No, tengo que salir de aquí...
No, tengo que salir de aquí...
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