El sol no abrasa ya la calle. Cae la noche, azul y lenta.
Lupita y su café: negro y con mucha azúcar.
Cierra el libro. Duda, como siempre, si es así como se debe leer la poesía: de corrido y sin pararse a respirar, de la página uno a la página cien... como quien escucha un elepé del tirón.
Lupita y su café: negro y con mucha azúcar.
Cierra el libro. Duda, como siempre, si es así como se debe leer la poesía: de corrido y sin pararse a respirar, de la página uno a la página cien... como quien escucha un elepé del tirón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario