¿Te acuerdas, Lupita? La arrogancia con que escupíamos desde las azoteas, la alegría tonta de esa última cerveza después de un concierto. Corríamos siempre a todas partes, de la mano. Llevábamos el mismo corte de pelo, el mismo lápiz de labios, las mismas botas. ¡Hasta compartíamos las bragas! Y cantábamos en la ducha, más bien berreábamos. Morrissey, claro... ¿te acuerdas? If a double decker bus...
El primero que se levantó fue aquel punki, ¿cómo se llamaba? El pobre no olía peor que cuando estaba vivo, pero se movía mucho más deprisa. Demasiado deprisa. Nada que ver con esa peli en blanco y negro... Pataleaba como un conejo cuando le reventamos la cabeza, y luego nos quedamos tan contentas, fumando ahí mismo el mismo cigarrillo, al lado suyo.
Pero enseguida aparecieron otros. Se levantaban de dos en dos, de cuatro en cuatro... y ya no quedó esquina segura.
Pero enseguida aparecieron otros. Se levantaban de dos en dos, de cuatro en cuatro... y ya no quedó esquina segura.
Me largué al campo. Aquí todavía no hay tantos, y nos defendemos bien. Además, tenemos comida. No sé si en la ciudad quedará alguien vivo, y no sé dónde estarás tú, si es que todavía estás...
Pero no, seguro que no. Tú no. Todos menos tú, Lupita.
Pero no, seguro que no. Tú no. Todos menos tú, Lupita.
Todavía sueño algunas noches con el puente de hierro, ¿sabes?
BUENO,BUENO,SEÑOR AISA...PARECE QUE LE HA SENTADO BIEN EL NUEVO AÑO.ESPERO VER MUCHAS LUPITAS LINDAS A LO LARGO DE ESTE 2013.
ResponderEliminarEs impresionante
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