Cuando anunció su embarazo no se lo quiso creer nadie. Demasiados chistes sobre Herodes y sobre parásitos del espacio exterior. Además, que a nadie se le hubiera ocurrido jamás decir de Lupita que era... eso, maternal.
Por fin, y para pasmo de todos, dio a luz a una niña de piel blanca como la nieve y de pelito, en fin, negro como la noche. Alguien le preguntó: ¿y ahora qué? Y ella contestó: ¿a tí que te parece?, la vestiré de negro y la llamaré Miércoles.
Del padre, si lo hubo, nadie preguntó, ni Lupita dijo nunca nada. Aunque, bueno, cuando los teléfonos empezaron a sangrar y las tormentas fueron de azufre, a alguien se le ocurrió que quizá... pero era ya un poco tarde. Para todo.
Por fin, y para pasmo de todos, dio a luz a una niña de piel blanca como la nieve y de pelito, en fin, negro como la noche. Alguien le preguntó: ¿y ahora qué? Y ella contestó: ¿a tí que te parece?, la vestiré de negro y la llamaré Miércoles.
Del padre, si lo hubo, nadie preguntó, ni Lupita dijo nunca nada. Aunque, bueno, cuando los teléfonos empezaron a sangrar y las tormentas fueron de azufre, a alguien se le ocurrió que quizá... pero era ya un poco tarde. Para todo.
Ciertamente NUNCA hubiese pensado en que pudiese ser maternal. He de admitir que no se si estoy decepcionada o simplemente asombrada... de cualquier forma una curiosa vuelta de tuerca.
ResponderEliminarsi a estas alturas Lupita está en forma todavía para provocar asombro... es que vamos bien... :-)
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